"...Volveré a mi Padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus siervos. Partió, pues, de vuelta a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión, corrió a echarse a cuello y lo abrazó" (Lc 19,18-20)
PREGUNTAS PARA AYUDAR A REALIZAR UN EXAMEN DE CONCIENCIA
En relación con Dios
¿Está mi corazón dirigido a Dios de tal manera que con verdad lo ame sobre todas las cosas?
¿Me acuerdo de Él cada día para agradecerle y para ofrecerle mis trabajos, alegrías y dolores?
¿Me comunico con Él en la oración y en la Misa de los domingos?
¿Tengo confianza en Él tratando de descubrir qué es lo que quiere de mi vida?
¿O más bien creo en los adivinos y me dejo llevar por lo que dicen las cartas, los horóscopos, las supersticiones y todos aquellos que especulan con mi futuro?
¿Me he preocupado de que mi fe no se apague, sino que crezca en el conocimiento de Cristo y de su Palabra, tal como me la enseña la Iglesia?
¿He hablado irrespetuosamente de las cosas sagradas o he tomado en vano el nombre de Dios?
En relación con el prójimo
¿He sido para mis hermanos causa de alejamiento de Dios, con mis palabras o acciones?
¿Causé daño a la vida, a la salud o a la buena fama de cualquier persona?
¿Hablé mal de alguien, criticando o chusmeando? ¿Diciendo la verdad o con mentira?
¿Insulté o falté el respeto a alguien?
¿Maté al indefenso con el aborto o aconsejé a otros que lo hicieran?
¿He hecho partícipes de mis bienes (bienes materiales, ideas, tiempo, afecto,...) a los que tienen menos que yo o soy egoísta y no sé compartir lo mío con otros?
¿He sido paciente con los demás miembros de mi familia?
¿He sido fiel en mi noviazgo o matrimonio, con las obras, el pensamiento, el deseo?
¿Me preocupo por educar bien a mis hijos, ante todo con mi ejemplo?
¿Trato de vivir mi noviazgo con seriedad, dejándome guiar por Cristo y por la Iglesia?
¿He actuado con sinceridad y he manifestado siempre la verdad?
¿Cumplo con la palabra empeñada, o miento engañando y estafando a los demás para provecho propio?
¿He robado algo? · ¿He sido buen compañero en el trabajo y en el estudio?
En relación conmigo mismo
¿Cómo uso mi tiempo y los dones que Dios me dio?
¿He tenido cuidado de mi salud?
¿He cometido abusos o excesos en la alimentación o en la diversión?
¿He vivido ordenadamente mi sexualidad, de acuerdo a mi estado de vida?
¿He sido responsable con mis obligaciones?
¿Trato de mejorar o cambiar las cosas de mi carácter que no son buenas?
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y redentor,
Yo me arrepiento de todos los pecados
Que he cometido hasta hoy,
Y me pesa de todo corazón
porque con ellos ofendí
a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente
No volver a pecar, y confío en que
Por tu infinita misericordia,
Me has de conceder
El perdón de mis culpas
Y me has de llevar
A la vida eterna
¿Qué pecados tengo que confesar?
Todo pecado grave que no hayamos confesado nunca o si volvimos a cometerlo después de la última confesión. Todo pecado venial que recordemos, después de hacer un sereno examen de conciencia. Estas faltas cotidianas a veces nos pasan inadvertidas porque nos hemos acostumbrado a convivir con ellas. Por eso nos ayuda examinarnos interiormente, en la presencia de Dios, para ver cuáles son las actitudes que debemos procurar cambiar en relación a Dios, a los demás, a las cosas...
¿Cada cuánto tiempo hay que confesarse?
La Iglesia enseña que por lo menos una vez al año, para la Pascua, y en peligro de muerte. Pero también nos enseña que es muy conveniente confesarse en forma habitual, aunque uno no tenga pecados graves
La Iglesia enseña que por lo menos una vez al año, para la Pascua, y en peligro de muerte. Pero también nos enseña que es muy conveniente confesarse en forma habitual, aunque uno no tenga pecados graves
¿Qué debo hacer para confesarme bien?
Primero pienso sin apuro aquellas cosas por las cuales tengo que pedir perdón. Para esto me puede ayudar un examen de conciencia
Me acerco al sacerdote y puedo empezar diciéndole el tiempo que pasó desde mi última confesión. Luego empiezo a confesar los pecados que recuerde haber cometido: sean graves o no.
El sacerdote me ayudará a arrepentirme de corazón y quizás me guiará con su palabra. Luego me dará una penitencia, para reparar el mal que hice y mostrar mi deseo de cambiar.
Rezo el acto de contrición.
El sacerdote me absuelve, o sea, en el nombre de Dios perdona todos mis pecados y me devuelve la amistad con Dios.
Primero pienso sin apuro aquellas cosas por las cuales tengo que pedir perdón. Para esto me puede ayudar un examen de conciencia
Me acerco al sacerdote y puedo empezar diciéndole el tiempo que pasó desde mi última confesión. Luego empiezo a confesar los pecados que recuerde haber cometido: sean graves o no.
El sacerdote me ayudará a arrepentirme de corazón y quizás me guiará con su palabra. Luego me dará una penitencia, para reparar el mal que hice y mostrar mi deseo de cambiar.
Rezo el acto de contrición.
El sacerdote me absuelve, o sea, en el nombre de Dios perdona todos mis pecados y me devuelve la amistad con Dios.
¿Por qué debemos confesarnos?
Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, para santificarla" (Ef. 5,25-26)
Sin embargo cada uno de nosotros -que formamos la Iglesia de Cristo- estammos expuestos a la tentación continuamente. Y muchas veces preferimos seguir nuestros caminos. Y no realizar en nuestras vidas las enseñanzas de Jesús. Nos alejamos de Dios y perdemos su Gracia. Ahí es cuando necesitamos recomponer esa relación de amistad con Cristo y reconciliarnos con Dios, nuestro Padre, reconociendo nuestro pecados y asumiendo nuestras culpas.
Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, para santificarla" (Ef. 5,25-26)
Sin embargo cada uno de nosotros -que formamos la Iglesia de Cristo- estammos expuestos a la tentación continuamente. Y muchas veces preferimos seguir nuestros caminos. Y no realizar en nuestras vidas las enseñanzas de Jesús. Nos alejamos de Dios y perdemos su Gracia. Ahí es cuando necesitamos recomponer esa relación de amistad con Cristo y reconciliarnos con Dios, nuestro Padre, reconociendo nuestro pecados y asumiendo nuestras culpas.
¿Para qué sirve la confesión?
Para que ese pecado sea perdonado por Dios. A través de este Sacramento, Dios, que es rico en misericordia, nos perdona y nos libra del mal. Así puedo estrenar un corazón nuevo, un corazón de carne, renovado por la Gracia, que será capaz de volver al camino recto y de vivir como Cristo nos enseña para encontrarnos en paz
Para que ese pecado sea perdonado por Dios. A través de este Sacramento, Dios, que es rico en misericordia, nos perdona y nos libra del mal. Así puedo estrenar un corazón nuevo, un corazón de carne, renovado por la Gracia, que será capaz de volver al camino recto y de vivir como Cristo nos enseña para encontrarnos en paz
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