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Mostrando entradas de noviembre 18, 2012

"Razones para la Alegría" o el sacramento de la sonrisa"

Una buena sonrisa es más un arte que una herencia. Algo que hay que construir, paciente y laboriosamente. Por J. L. Martín Descalzo. Share on facebook Share on twitter Share on gmail Share on email Share on live Share on print Si yo tuviera que pedirle a Dios un don, uno solo; le pediría, creo que sin dudarlo, que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es lo que más envidio en algunas personas. Es, me parece, la cima de las expresiones humanas. Hay, ya lo sé, sonrisas mentirosas, irónicas, despectivas y hasta ésas que en el teatro romántico llamaban «risas sardónicas». Son ésas de las que Shakespeare decía en una de sus comedias que «se puede matar con una sonrisa». Pero no es de ellas de las que estoy hablando. Es triste que hasta la sonrisa pueda pudrirse. Pero no vale la pena detenerse a hablar de la podredumbre. Hablo -más bien- de las sonrisas que surgen de un alma iluminada, ésas que son como  el refusilo de un relámpago en la noche, como el efecto que