Nazareth de Galilea, año cero. Una jovencita, casi una niña (tendría entre 14 y 16 años aproximadamente) recibe una inusual visita, su nombre era María.
Gabriel, este era el nombre del ángel, “Salve Maria, el Señor es contigo”, el ángel le anuncia que ha de ser la madre del Mesías anunciado por los profetas, la madre del Salvador de Israel y Salvador del mundo, ella acepta con sus sencillas palabras “he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.
La primera dificultad de haber aceptado al salvador y concebir por medio del Espíritu Santo, es que, ella no era una mujer casada, y el quedar en esta situación en este tiempo era castigado con la muerte, su suerte debería ser morir apedreada, aun así sabiendo a lo que se arriesgaba dijo sencillamente “SI” al dador de la vida, ciertamente ella se desposaría prontamente con José, con quien estaba comprometida, este era un humilde carpintero, hombre piadoso y lleno de Dios, pero... ¡como le diría a José que esperaba un hijo que no era de él! Un hijo engendrado por el Espíritu Santo, imaginas tu que pensaría José en estas circunstancias.
Este joven reaccionó a su manera, que no era la de un joven egoísta, porque el amaba mucho a María, pensaba irse, alejarse de ese lugar y no porque la rechazara sino porque al marcharse pensarían que el la había abandonado dejándola en ese estado, de esa manera le perdonarían la vida, porque el que se marchó quedaría como un canalla, a él le tocaba ser el malvado.
Pero los designios de Dios no son los de los hombres y el recibe un anuncio en sueños de que acepte a María, ya que ella ha quedado embarazada por medio del Espíritu santo, el comprende todo y la acepta con todo su amor y poco después se casarán.
María en este estado va y visita a su prima Isabel que también estaba embarazada y se queda con ella hasta que le da el tiempo a Isabel de dar a luz, casi seis meses permaneció María con su prima, dándonos un ejemplo maravilloso de servicio y amor al prójimo.
Por el capricho del emperador Augusto se realiza un censo por todo el imperio, y tienen que regresar a su tierra natal para que sean tomados en cuenta en este censo, el tiempo esta cerca lo mejor seria quedarse para esperar el momento, pero ellos cumplidores de su deber deciden ir.
Mucho es el camino que han de recorrer, al llegar a Belén no hay lugar para ellos en ninguna posada en ningún lugar, y el momento de dar a luz cada vez mas cerca, cansados, hambrientos y María ¡en que circunstancias!
Por fin solo hay un pequeño lugar, un pesebre, ¡no hay mas! Con cuanta humildad y alegría reciben ese lugar para descansar, sí. Junto a los animales, es aquí que se llega la hora de dar a luz ¡el hijo de Dios ha de nacer en un lugar tan pobre! Junto a los animales, soportando estos olores e incomodidades ¿ Te Das cuenta que en esta escena no hay nada de poético? no como lo han representado o como lo hemos visto en un cuadro o leído en un poema, no hay nada de adornos mágicos, ni fantasía, es todo tan real, en un escenario que podría ser tan deprimente, pero... el amor y la ternura de unos padres amorosos hacen de este momento una fiesta de alegría, de jubilo
¡El hijo de Dios ha nacido!... no como rey o como príncipe en un palacio, o como niño rico de nuestro tiempo, ni siquiera en un hospital popular, no es así desde su nacimiento el niño Dios nos dará el ejemplo mas significativo de lo que es... HUMILDAD.
Y de nuestra parte, ¿qué esperamos de este tiempo?
Nos hemos dejado tomar por las garras del consumismo, del materialismo, de la propaganda y queremos COMPRAR LA NAVIDAD.
Tal parece que así es, esperamos a que se acerquen estas fechas para acudir corriendo a los centros comerciales para llenarnos de regalos y llenar de ese modo ese vacío en nuestro interior que habita en nuestro corazón.
Queremos comprar el afecto de nuestros seres queridos, regalamos con la intención de que nos regalen, hemos basado nuestra felicidad en COSAS MATERIALES, haciendo a un lado la riqueza espiritual de estas fechas...
¿No será ya tiempo de hacer un alto? ¿Que dices por ejemplo del regalo de la vida que se nos da, cuantos el día de hoy no vieron ya la luz? ¿Cuantas cosas podemos revisar este momento de nuestra vida y considerarlas como valiosas?¿Qué decimos de los valores que Cristo nos enseñó desde su nacimiento, como la humildad y el amor?
Una nueva oportunidad nos es dada, demos gracias por la oportunidad de celebrar un año mas la llegada del Salvador, de acompañarle, de adorarle como aquellos humildes pastores, démosle la oportunidad a Jesús que nazca hoy, en nuestro corazón e ilumine toda nuestra vida.
¡Feliz Navidad! ... navidad de Cristo, navidad de amor.
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