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Mostrando entradas de 2011
Aprender a ser felices Me parece que la primera cosa que tendríamos que enseñar a todo hombre que llega a la adolescencia es que los humanos no nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que, en una gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o la desgracia. Que no es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una casa. Habría también que enseñarles que la felicidad nunca es completa en este mundo, pero que, aun así, hay raciones más que suficientes de alegría para llenar una vida de jugo y de entusiasmo y que una de las claves está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que poseemos por pasarse la vida soñando o esperando la felicidad entera. Sería también necesario decirles que no hay «recetas» para la felicidad, porque, en primer lugar, no hay u
Este es un tema instrumental compuesto por un servidor, lo titule “Ternura” aunque bien pudo haberse llamado “Balada para un insomne”, o “Travesía”, "Encuentro", en fin… “Quod scripsi, scripsi” Lo que está escrito, escrito queda . Bendiciones y disfruten
Salmo de un corazon feliz ¡Aleluya, Señor! Guárdame pues tú eres mi refugio. ¡Aleluya, Señor! Acógeme pues tú eres mi casa y mi tienda. ¡Aleluya, Señor! Protégeme, pues tú eres mi escudo en la pelea. Yo digo de todo corazón: Tú eres mi Señor, el Dios de mi vida. Yo digo en mi corazón: tú eres mi bien y fuera de ti no hay nada. Tú eres el goce y la alegría de mi corazón para siempre. Tú eres grande, magnífico, capaz de llenar mi existencia. Me uno a los que creen en ti y te digo: Te adoro, Señor. Me uno a los que esperan en ti y te digo: Espero en t i , Señor. Me uno a los que aman de corazón y te digo: Te amo, Señor. ¡Aleluya, amén, aleluya! Dichoso el hombre que cuenta contigo. Tú eres, Señor, el Todo de mi existencia, la plenitud de mi vida. Las cosas que busco, Señor, fuera de t i , son polvo y basura. Los ídolos que desafían mi vida son marionetas sin libertad. Los «dioses» que gritan felicidad a mi lado, son paja al viento. Mi vida es para t i , mi Bien y mi To